viernes, 25 de marzo de 2011

Estos días se está hablando mucho sobre energía nuclear y su seguridad y, en todos los medios de comunicación, o por lo menos en los mayoritarios, se acepta que ésta es sólo un mal menor. Se está haciendo habitual que las cadenas de televisión y los periódicos de tirada nacional inviten a expertos en seguridad nuclear para que hablen sobre todas sus virtudes y, sin embargo, en ninguno, o en muy pocos, se pueden ver a expertos contrarios a ella (que también los hay). Los peligros de la energía nuclear son por todos conocidos y por eso tampoco me voy a detener en ellos, aunque no me voy a quedar con las ganas de decir que, por mucha seguridad que se implante en una central, un accidente o una catástrofe natural como la ocurrida en Fukushima son imprevisibles (se podrán hacer centrales que aguanten mayores terremotos pero ¿y si ocurre uno todavía mayor?). Lo que me preocupa ahora es cómo ante una catástrofe de esta magnitud el capitalismo utiliza todos sus medios para salir adelante.

No es casual que en los medios se esté creando un pseudodebate en los que siempre se llega a la misma conclusión: la energía nuclear es imprescindible si queremos continuar con nuestro nivel de vida (¿por qué será que lo habitual es confundir nivel de vida con nivel de consumo?), pero en ningún momento se acepta que nuestro "nivel de vida" no es posible. Si esto se aceptase, o si tuviese en cuenta la inviabilidad de un consumo energético tan alto, haría resquebrajarse todo el sistema de explotación en el que estamos insertos. El sistema capitalista, hoy por hoy, basa su sistema de dominación social en un consumo apabauyante o en la promesa de llegar a conseguirlo, como en el caso de los conocidos como "menos favorecidos" , y , en el momento que esta zanahoria enganchada a un palo se esfume también se tendrán que ir quienes controlan los mercados. Es por este motivo por el que las teorías económicas decrecentistas y los peligros del consumo actual son continuamente silenciadas en los medios capitalistas.

Seitán marinado

Mi primera aportación para este mes al CSC #3 es muy sencilla: Seitán marinado.
  • Seitán
  • Aceite
  • Pimentón dulce
  • Limones
  • Sal
  • Pimienta
En un recipiente echamos el aceite, el zumo de un limón grande, el pimentón, la sal y la pimienta. Mezclamos todo y metemos el seitan cortado en rodajas. Se deja unas tres o cuatro horas y se pasa por la sartén.